He hablado tanto del tiempo, de la carencia de momentos. De la finita vida corrompida por la muerte. Se me olvido hablar de ti.
Encuentro entre mis anhelos el más dulce sueño, pasa silencioso el día: entre pensamientos de la razón e inconsciencia, noctambulo, de nuevo perenne en el cobijo de mi estancia. Y pienso en ti, bastante deseos quebrantan mi inutilidad , redondos como gotas de agua que caen, o meteoritos diminutos bombardeandome, partículas de polvo que hieren he humedecen mis lagrimas.
El corazón no llora, se auto -protege, en el llanto desborda su dolor, así, ese delicado milagro no deja que nos inundemos de melancolía, aunque lloramos también amor, porque a veces no es correspondido, o es tan poderoso que nos contagia el alma.
Y es mejor enamorarse del alma, es decir, prevalece en la parte que ni los más profundos deseos de la razón pueden tocar, entra al terreno celestial, porque todo lo que no entendemos está por encima de nosotros.
Es que a veces más vale sentir que entender, porque es conocer al objeto mismo de nuestro pesar, ser uno con él, tocarlo desde el interior. Como cuando nos sumergimos en el mar y nos atrevemos a abrir los ojos al cielo, es una perspectiva borrosa, pero sabremos más del mar que aquel que mira desde afuera. Porque el objeto importa, así se mueve el universo, la naturaleza de nuestro ser es conocernos a nosotros mismos, nos ha pesado por siglos, nos hemos tratado de identificar de tantas maneras, ser uno con el otro da paso a la religión, ciencia y arte, la sensibilidad no es cuestión de suerte, ya sea una cuestión del alma, ya sea porque la experiencia cicatrizante de la existencia que nos abre las puertas de la luz.
Es por es por eso que pocos quieren, casi nadie ama, y todos son speudo-humanos.
De la propia mentira del hombre, sale a relucir la verdad, ¿acaso no es mentira el hombre?, acaso no se deja engañar para hacer soportable su humilde condición? , todos mentimos, fingimos amar, nos engañamos. Hay excepciones; fruto de la observación del mundo, se quien no se engaña, se quien tiene el peso del mundo tal y como es; duro camino que apenas empieza, sin duda: un penoso incierto.
Son ellos, escritores, poetas, filósofos, el artista (quizás tu, quizás yo). El científico se omite, es pues tan riguroso que no deja duda en sus conceptos, afirma y concentra la verdad en un entramado de reglas tan severas que son universales, método y técnica, no dejan espacios para las dudas. Empero no por eso ha dejado de luchar, solo que aun no descubre que la metafísica, como proverbio irrefutable, es pues quien inicia el conocimiento, no se llega a la meta saliendo de ella por una line recta, al menos no en esta realidad, mucho menos si se trata del espíritu. Se debe a esto la divergencia del amplio espectro del mundo, me atrevo a decir los intrincados caminos del entendimiento por medio del empirismo, causalidad, lo que nuestros sentidos constatan por cierto, claro anteponiendo los limites propios de la percepción.
Pero se omiten los retrocesos primitivos de nuestros primeros pensamientos, es pues en sentido estético, cuestión de humildad. (Humildad de aceptar nuestras limitaciones, luego intentar transcenderlas, nunca se debe intentar superar algo sin antes entender del todo nuestra aptitud, la voluntad misma del alma).
Es todo Relativo: por ello Albert Einstein es un artista, logro expresar más en una fórmula matemática que en muchos cuadro de arte, poemas hermosos, literatura filosófica. No es solo tiempo y espacio, también es relativo todo a cuanto alcance a ver la vista, todo cuanto no se nos está permitido con nuestros sentidos. Es la metafísica pura y noble, que sabe que el beneficio de la duda, al menos deja abierto el camino hacia la verdad.
¿Y qué significa esto?, ¿Qué tiene que ver contigo, de quien sin duda me he olvidado hablar?,
Todo lo es y significa. Pues el conjunto de las almas es fe, puesto que somos parte de la existencia de todos, no podemos omitirlos, así será más sencillo esclarecer nuestra unidad. Como cuando se desea encontrar al pez azul dentro del cardumen de peces rojos, es imposible identificarlo sin antes notar que lo hace diferente a los demás, eso es notar a los peces rojos, luego sabremos distinguir ese matiz individual, mas no por ello deja el pez azul ser parte de la unidad que habita. Quien ve primero la luz antes de encender el foco, necesito me enseñe tan hermosa virtud.
Y hablar de ti es hablar del mundo, no en vano digo mi mundo eres tú, no se dicen palabras necias sin sentido, a menos seas victima de la ignorancia o el éxtasis de un amor desconsiderado, pues no hecha andar cabeza a la meditación, con el “yo”, que nos quiere, tanto nos odia, o reprocha.
Lástima, a veces en verdad es mejor ser ovejas del rebaño, ser pastor es muy cansado, pero ser una oveja descarriada es estar solo, eso nos hace vulnerables, hacer de la muerte una visión muy agradable, conjeturar extrañezas en la anarquía que se extiende por nuestros pasos, la cúspide entre la madurez y la veleidad eterna.
Y no parece que hablo de ti. ¿Cómo?, si al simple respiro tan necesario pido gracias, y al extenso mar agitado con sus profundos secretos le he preguntado, ¿quién te querrá más que yo?, me responde: “nadie”, porque no hay comparaciones, no me atrevo a yuxtaponer a los hombres que suspira. Tutearme , para sentir “que existo y de que siento”, más que ellos.
¿Es acaso el amor del hombre incomparable del amor a dios?, ¿o es que es nuestro deseo más grande?, ¿no somos nosotros mismos extrapolando nuestras virtudes, a sabiendas de la imperfección de nuestra humanidad?, quien se atreva a decir lo contrario es que es un cristiano víctima del obscurantismo moderno, una fe ciega sin más sentido y nada que admirar que los esfuerzos de su voluntad abnegada, (una ortodoxia vulnerable y mentirosa, de acuerdo a su nivel moral).
¿En quien confiar entonces?, nadie está exento de errar, nadie asegura nunca que no nos lastimara, hay que aceptarlo, hay que aceptar que nos mueve nuestro azaroso y finito tiempo junto con la tierra, sol y universo. Si lo logramos, entonces podremos empezar a discernir esos acápites individuales, que si bien en el exterior se asemejaran, no negareis esa tendencia hacia la diferencia infinitesimal que nos hará vislumbrar que la perfección se encuentra en el desequilibrio mismo, y no en el constante y eterno paraíso, del cual muchas mentes nunca salieron.
Y hoy, decidí experimentar, y lo subjetivo se entremezcla con la realidad. ¿Qué es el hombre sino sus recuerdos, su forma de ver el mundo, una razón inconstante pero segura de sí misma, de que ha encontrado la verdad o la mentira en sus más profundos sentimientos. He ahí al amor libre y secreto que nubla nuestro pobre corazón, ese amor es infinito, destruye nuestra sensible persona, empero nos eleva a verdaderos momentos de grandeza. Ningún hombre, dueño su ser del materialismo podrá algún día definir a los momentos, tiempo y circunstancias del alma. Negara su propia naturaleza, sintiendo que al final de su camino se extinguen no solo sus pasos, sino la razón de sus pensamientos; con la interrogante así eterna de que siempre busco, mas nunca encontró las severas e indestructibles leyes de nuestra complejidad. Solo por que decidió vivir, solo porque él cree que su verdad es la de todos, se encuentra con que es parte de la verdad divina de los complementos en donde cada quien es uno, pero, la verdad, detrás de la mentira de los individuos: se encuentra en el conjunto de todos nosotros.
¿Crees poder desmentirme?, mira a tu alrededor, descubrirás las luces ajenas de todos los elementos que la conforman, descubrirás que todo mundo pone de su parte al interrogante mayor del hombre antes de incluso venir al mundo.
La naturaleza de nuestras esencias, son el conjunto de todas ellas, y es éxtasis, nunca un nivel pasivo, solo cuando estamos en nuestros verdaderos pensamientos en nuestra realidad, vemos quienes somos, aunque a veces utilicemos armas que a no todos son comunes, ni en el exceso o en las carencias de las similitudes.
Como la virtuosa enamorada que no siente estas letras, ¿es así para todos, o es el uniforme sensi-vitalismo de un hombre despierto, la amistad enrevesada, la tuya la mía, dice la verdad. No se necesita explicar las emociones para sentirlas, es solo cuestión de momentos, es solo la razón de nuestra existencia, simple común armonía de sus experiencias, clásica pared que limita nuestro entendimiento, es pues posible decir ahora que:
Hay un límite para lo que podemos aprender sin experimentar, esto es en verdad, la única manera: atrevernos a decir las cosas, estar seguro de que defenderás lo que eres a través de la adversidad, luego, es un largo sueño, y en ese momento, de nada servirá guardar lo que siento............... habré muerto.
No obtengo aun esos aplausos de mis anhelados pensamientos, a nadie ha servido de algo leer ciertas frases y escritos míos al parecer indescifrables, o tal vez inentendibles. No importa nada por el momento, eso deja de tener relevancia, es pues que no necesito de nada que los lectores pudieran ofrecer, a menos que tengan la formula de la felicidad, o el elixir de la ceguera, para no ver más allá de mis narices, entonces que nadie ni nada me importe, no por egoísta, rencoroso, vengativo, sino por el simple hecho de que no sé lo que hago, y así quedarme, no el presente, en el que soy víctima de mis recuerdos sino en el pasado antes de mi elección, aquella firma transcendental de introspección permanente, en aras de la comprensión del porque de las cosas.
En fin, esto lo escribo para ti. No es una carta de amor, en definitiva no lo es.
Pero si hable de ti, se disfrazaba es cierto, pero ahí está la clave, el roce sincero y armonioso de la pluma y el papel, corazón hable de ti todo el tiempo. Más nunca me escuche a mí mismo, por eso nunca descubría la verdad.
2 reseñas:
jaja
ke pedo pochorro
te la fumaste completita xD!!
hahaha
deja se entere el gigio
te va a ir a matar sin dudarlo jaja
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