MODERNISMO Y GLOBALIZACION


Duarte Anchevida Allan de Jesús. 5º semestre grupo A. Resumen de: Cultura y Globalización.
¿Qué es ser moderno?, ¿Qué implica el desarrollo de una sociedad urbanizada? Implica el reordenamiento social y cultural de los pueblos, implica una sola lengua, una forma de ser y las mismas costumbres, implica llevar al presente a las sociedades primitivas, porque son esas costumbres arcaicas las que no permiten el crecimiento y el desarrollo.
Existían en el mundo 10000 lenguas, una riqueza cultural enorme, formas de pensar, de ver la vida, de conocer el mundo, cada lengua era una interpretación del universo, cuando desaparece una es tan grave como cuando una especie de flora y fauna se extingue para siempre de la faz de la tierra. Y es que a veces juzgamos sin conocer, porque el acelerado ritmo de crecimiento económico del mundo implica más demanda de recursos naturales y mano de obra para trabajarlos.
Las selvas vírgenes, los ríos de agua trasparente, los bosques de madera preciosa y la extracción de metales solo es posible a través de la exploración y post-explotación de los recursos encontrados. Anteriormente no había ninguna ley que dictamine que una cultura nómada, una tribu o un clan “primitivo” que haya vivido de los recursos que el modernismo necesitaba con urgencia puedan o deba tomar decisiones sobre el uso adecuado de los mismos. Esto es porque en el siglo XIX aun con la explotación de la mano de obra indígena y de sus tierras no implicaba cambios tan monumentales como los ocurridos en el siglo XX.
En tan solo dos generaciones hemos avanzado más que en 500 años, la población humana en la mayoría de los continentes se triplico (excepción de Europa) y las comunidades indígenas fueron forzadas a abandonar sus tierras o perecer de hambre, insalubridad o miseria porque su modus vivendi fue de pronto asaltado por maquinaria y personas engañosas que les ofrecían comodidades nuevas y raros objetos, y así, les hacían prometer cosas de las cuales ellos ignoraban, los endeudaban y los forzaban a trabajar en minas, en la selva, en las haciendas, en los cultivos y en las industrias, todos viviendo de un miserable sueldo que los endeudaba mas, donde lo único que los motivaba era el alcohol, alguna mujer por simple que esta fuera y un orgullo muy impoluto pero inocente y triste. Y digo esto como una verdad, pues ya he leído casos de esto tanto en México con los indígenas chiapanecos, hasta el los celebres cuentos de la selva de Horacio Quiroga. Se repite la misma historia del abuso de personas indígenas por blancos, mestizos, religiosos y hasta de propios indígenas que aprendieron de los primeros y es que la verdad, es fácil engañarlos.
“Vamos a destruir el salvajismo y la barbarie. Corramos á evangelizar esos
desgraciados, á cruzar de caminos las abandonadas regiones, á descuajar esas
selvas. Volemos á alumbrar la borrosa línea de las fronteras con la antorcha de la
fe, á defenderla con el antemural de la civilización y del progreso. Consumemos
así la obra empezada hace cuatrocientos años por los conquistadores.” [1]

¿Los resultados? 4000 lenguas muertas, un planeta globalizado y consumista que ya no se da abasto, el deterioro ambiental y la pérdida de valiosas culturas que han o están en proceso de desaparecer.
La riqueza de pensamientos.
Como si de riqueza biológica se tratara, la herencia de cada pueblo es transcendental, de padre a hijo, de generación en generación, se oyen las historia de los ancianos sobre los héroes, los espíritus y los dioses, no existen un camino inequívoco para entender nuestra vida, no existe un arquetipo que como la torre de Babel, no podría debería ser posible, pero el hombre lo sigue intentando. He aquí varias culturas y una costumbre o virtud que nos asombra a veces y que como medio espiritual tiene mucho significado:
Los Indios Kogis del norte de Colombia y sus sacerdotes que viven en sombras los primeros dieciocho años de su vida lo que les genera poderes mas como la de ver el pasado y el futuro. Una sacerdotisa del Vudu en Haiti recoge brasas ardientes con las manos sin señas de dolor, sin lastimarse, mientras se encuentra en trance. Un cazador Waorani puede detectar la orina animal a 40 mts y saber a qué especie pertenece. Y así podríamos dar ejemplos de cuán importante es preservar nuestra diversidad cultural para el bien de la humanidad. De no ser así, el mundo se tornaría menos interesante.
De los 6.676.120.288 de personas que existen en el mundo solo 300 millones tienen una fuerte identidad con los miembros de una cultura indígena. Los Penans un pueblo cazador y recolector de las selvas de Borneo se ha visto forzado a tener que ir a campamentos porque la selva que les proveía alimento se ha visto mermada, grandes barcos llegan y se llevan la madera, el 30% de la producción mundial de maderas tropicales proviene de esas selvas. Menos de 300 Penans de los 7000 que quedan son nómadas todavía. Las clínicas y escuelas prometidas nunca se construyeron, los pocos trabajos que hay es en los aserraderos. Tienen solo una forma de decir “yo” o “tu” pero más de seis formas para decir “nosotros”, son un ejemplo de vida, pues han intentado defender sus selvas, no obstante conocen lo suficiente de este nuevo mundo para saber que su modo de vida está a punto de desaparecer.
Los Ariaals del note de Kenia son un grupo nómada que ha sabido vivir a lugares calurosos e inhóspitos, en donde los niños pasan los primeros años de su vida cuidando ganado el tiempo entre la circuncisión y la boda autorizada por los ancianos. Ocurre solo cada catorce años, es una forma de regular la falta de mujeres, ya que al necesitar que el ganado se mantenga intacto hay necesidad de muchos hijos y mujeres (poligamia) por lo que la circuncisión es un honor y una entrada al mundo de sus sociedades. Ahora unos pocos de ellos intentan educar a sus hijos para que les ayuden en cuestiones de administración o en lo que sea. Una mejora en las técnicas de aprovechamiento de sus recursos, podría ayudar a los Ariaals más que encuartelas a los Ariaals jóvenes en internados, deberían los maestros ir con ellos y compartir sus experiencias sobre pastoreo, veterinaria y ecología de tierras áridas.
Los Chipayas, indígenas del Antiplano de Bolivia, comparten costumbres de los ancestros coetáneos de los incas del Perú. Luchan contra la salinidad del suelo, pastorean ovejas en lugares por las altas planicies donde el viento mueve los granos de arena que se azotan contra los pastores. Es una vida que parece dura, pero la gente se ha adaptado, cada vez mas Chipayas van a las urbes y pueblos a convertirse en empleados domésticos, mientras tanto, un grupo de ellos hace un rito de día de muertos en donde comparten alcohol y hojas de coca secas, ellos bailan con los cráneos que representan a sus ancestros. ¿Cuánto tiempo sobrevivirán esas costumbres?
¿Quiénes somos para juzgar el modo de vida de los pueblos indígenas?
Donde nosotros no sobrevivíamos, donde ni siquiera imaginamos una vida sin las tecnologías de hoy, los nativos quisieran estar, porque siempre buscan la forma de subsistir, porque sus modos de pensar y de actuar van de acorde a su modo de vivir, porque es en sus hogares donde la espiritualidad se hace necesaria, son uno con el mundo. Nosotros ya no. Le dominamos, le entendemos y explotamos, siempre atentos a buscar nuestro bien común no importando el de los demás, las sociedades modernas deciden sobre los recursos de las nativas, pero se acaba lo aprovechable junto con esas tan valiosas culturas, las sociedades indígenas que deseen sobrevivir tendrán que adaptarse al modernismo sin perder sus lazos ancestrales. si se ha de poder creo que depende un poco del azar, lo que sí es seguro es que al ritmo que vamos, para el siglo que viene se habrán perdido 3000 lenguas mas, en el sentido biológico ocurrirá lo mismo. O se toman las medidas de prevención, o se retorna de alguna manera al respeto por la naturaleza considerando su vulnerabilidad o desaparecemos. De algo se está seguro, la vida estuvo aquí antes que nosotros, la vida se abrirá camino pues su motivo es preservarse. Pero somos un peligro inminente, aun así no todo está perdido, pero hay que tomar acciones lo más rápido posible.


• Palabras del Dr. D. Francisco Javier Zaldúa, Canónigo de la Iglesia Catedral de Bogotá, Presidente de la Junta Arquidiocesana Nacional de las Misiones en Colombia, el 4 de Octubre de 1911, cuando se refería a la propagación de la fe y la seguridad de las fronteras.” (De Montclar,1911:17) [1]