Pequeña división entre tú y yo: tu ausencia.
No importa, en realidad este mundo es poco para lo que siento, y no es verdad que el amor es de dos, complemento universal porque yo amo y tu a mi no. No importa, a alguien dejo de amar por ti, al viento y mar, a cualquier otra poesía que no seas tú. Es mi mundo y su cambio radical, de estrella a vació que lo absorbe todo, a gravedad que retiene tu espiritu. Así es contigo, vives sin alma por que es mía, aunque duden siglos en aceptarlo: es nuestra soledad la que me abraza, no la mía, ni la tuya, La nuestra, aunque no estés, ni me conozcas, ni me ames.
Duele la espera indefinida, viajan entre las olas historias de amor, se ven las estrellas en el mar, rostro sin cara cuando pasas sin sonrisas a mi lado y se ve el final de mi fantasía, da lugar a la realidad. Y esa vida actuada me da remordimientos, nostalgia, pavor, Venir al mundo de la fantasía, venid todas las buenas personas, olvídense de que existen, conviértanse en flores silvestres las mujeres con su libertad, mecidas al viento de mar y desierto y los hombres en titanes árboles adormecidos por un invierno blanco y eterno. Así la belleza no radicara en la diferencia, sin ojos que vean pero cuerpo vegetal que sienta tendrán su corazón mas no sus pensamientos, así en eternidad. Pero estarán en silencio todos sin excepción, testigos de mi soledad, me acompañaran sentado frente al vació, admirando a lo lejos tu amor.
Amor titán de mundo propio, habrá un espacio vació entre los dos, el día en que te tenga temeré perderte, por eso no me importara estés tan lejos, seré el unico con ojos, serás la única con pupilas color néctar de miel, entre nosotros no existirá mas diferencia, la reciprocidad de nuestras naturalezas dejaran el camino libre, primero desesperanza, luego de nuestra gran orfandad, después al alzar tu mirada y verme a mi, acompañado de flores silvestres y titanes árboles en una vida inmortal que no cederá jamás, hasta que de tanta espera emocionada vea tu calido aliento desaparecer lentamente, convertida en amapola blanca que desprende cristales rojos, y yo con el paso de los años me convierta en sauce blanco y mi voz se calle, unido por fin a los que decidieron seguirme: desprenderé centellas en mi mar.
Manipulare la muerte no es digna de mi. Y la vida comenzara de nuevo con nosotros dos, no seremos humanidad, amorfos, quizás yo tiempo, quizás tu naturaleza. Heredaras, simplemente, todo lo serás de la tierra tu y yo el sol, no lo se. Indescriptible amor que me hace divagar, solo pasan momentos, lo juro ante ti, pero cada vez que te veo yo ya viví una vida contigo.
No atento a mí alrededor alguien silba una canción, es un día de frialdad casi oscura, me gusta, tus manos en la bolsa, un movimiento desesperado, un: espera, conoce mi corazón… por tener el talento de hacer la diferencia un ¡hola casi sordo! Y una respuesta casi muda, después una propuesta, increíble afirmación placentera. Las luces débiles refleja aquel parque abandonado.
- El frió asusta a los niños,- digo,-- es verdad, dices
Escuchar tu voz, destino juro seré cruel si esto es un sueño.
Al instante traen luciérnagas veraniegas e los vientos de invierno, luces que se confunden con la nieve.
¿Qué pensar? Caen los pequeños copos, benévolo día, fundidos entre vapores, y un silencio de las 5 de la tarde en donde nadie existe dulce Noelia, ni tu momento ni el mió, solo el de nosotros y nada mas.
Que pesado estado de remordimiento, las calles se tiñen francestinas, y la quimera del beso nos despide de la mano, con una interrogante enorme. Inicia el colapso de dos mundos que espero entiendas.